lunes, 3 de junio de 2013

Y la duda la cambió por completo.

No se si es por la situación que me rodea últimamente, pero creo que el peor sentimiento que uno puede sentir es la impotencia. El no poder cambiar las cosas, no poder solucionar las cosas. Vivirlo y no poder hacer nada. Y por desgracia, en poco tiempo este sentimiento me ha rondado bastante últimamente, o soy yo, que lo quiero todo. 
Impotencia al verse morir a alguien y no poder hacer nada. Impotencia cuando una amiga llora delante de ti mientras te cuenta como se muere poco a poco la persona que más quiere en el mundo, que le han arrebatado tan pronto. Impotencia al no poder conseguir que las cosas cambien. Esos momentos en que no sabes que decir, como actuar, estás nervioso, aprietas los puños y tienes ganas de gritar, o de decir una de esas frases que lo solucionan todo. Pero no.
Todo parecía ir bien, y ahora tú, Valiente. La que me llamaba a mi valiente ¿Qué te está pasando? ¿Qué te ha pasado? Sé que no te estás muriendo, y sé que no vas a leer esto, pero lo que si que sé, es que si sigues así acabarás muriendo, al menos por dentro. En menos de tres meses ya te he visto llorar delante mío más que en todo el tiempo que te conozco. Llorar de miedo. Y yo sin poder hacer nada. Lo intento, de verás que lo intento y digo lo que creo que es correcto, aunque a veces hasta tus razonamientos me hagan dudar. Pero hoy me has demostrado que no, estabas aterrada y has decidido seguir por ese camino. Aún dudo si es el correcto, pero algo me dice que no. Y aunque la impotencia me invada, Valiente, espero estar siempre ahí y que tú también lo estés.
Alguien me dijo una vez, "Lo peor que puede hacerte alguien, es hacerte elegir". Yo lo he cumplido, me está costando, pero lo estoy cumpliendo, sin embargo, la moral y la verdad por la que tu estás sufriendo ha destruido hace mucho esa libertad. Estás muerta de miedo, controlada por él y necesitas volver a ser la Valiente que nunca se agazapaba. Te aseguro, que yo también estoy aterrado.

1 comentario: